El vermut se elabora con vino blanco, hierbas, especias, y otros ingredientes adicionales, que le dan ese toque único tan reconocido en todo el mundo.

La combinación exacta de ingredientes, varía de un productor a otro y es el secreto mejor guardado, aunque puedes conseguir recetas para elaborarlo de forma casera.

Adicionalmente, el vermut es un vino aromatizado que debe tener una graduación mínima de 15 grados y un máximo de 23 grados.

También comentamos que existen vermuts algo dulces o suaves y otros en cambio son amargos, especialmente amargos son los vermuts italianos. En España suele consumirse el vermut más suave, el cual posee hierbas aromáticas como la canela, por ejemplo, ofreciendo así un toque final más dulce. 

No hay dudas que este tipo de vino macerado, es la mejor opción para abrir el apetito y compartir en una reunión social. Y si te preguntas cuáles son los tipos de vermut y en qué se diferencian, podemos decir que varían según los ingredientes empleados.

En ese caso, conseguimos el vermut blanco, el rojo, el rosado y el seco. Continúa leyendo hasta el final si quieres conocer todas las características de cada uno de ellos.

Qué tipo de bebida es el Vermut?

El vermut, vermú, wermut o vermouth, significa ajenjo o absenta, y es una bebida de carácter claramente social, que se consume acompañada de entrantes o aperitivos, pero que también puede tomarse combinada con otras bebidas.

Esta bebida aromatizado con hierbas y especias,  puede consumirse a cualquier hora del día combinada o sola, aunque tradicionalmente se le reconoce su liderazgo en la horas previas a la comida. Su alta graduación la convierte en un trago largo solo para adultos.

En la actualidad, se conocen diversos tipos de vermut y son elaborados por muchos productores. Incluso, puedes hacerlo tú mismo en casa y combinar de muchas maneras esta excelente bebida. ¡En el siguiente apartado te daremos más detalles sobre ello!

¿Cuáles son los tipos de vermut?

Podemos comentar que se distinguen 4 tipos de vermut: el blanco, rojo, rosado y seco. Todos ellos cuentan con ciertas características específicas y que te detallaremos a continuación:

Vermut blanco

El vermut blanco es el más popular y consumido a nivel mundial. Este vermut es dulce debido a la combinación de hierbas usadas en su preparación. Por ello, no se utilizan aquellas que tengan aromas o sabores amargos. En ese caso, predominan las notas cítricas y de vainilla.

Vermut rojo

El vermut rojo también se conoce como vermut negro. Es un vermut más amargo, especialmente amargo aquellos de origen italiano, los cuales pueden incluso buscar un punto adicional de amargor como el vermut Carpano Punt e Mes.

Es el vermut rojo (vermouth rosso)  más extendido en nuestro país, pero a diferencia del vermut italiano se caracteriza por tener un punto de amargor más equilibrado. Este tipo de vermú posee un sabor y aroma dulce (aunque menor al vermú blanco), debido al caramelo y la canela que se utilizan en su preparación. Al ser un licor no tan amargo ni seco, se suelen acentuar en él las hierbas aromáticas y especias utilizadas en la receta.

Vermut rosado

El vermut rosado es el ideal para el verano, ya que suele ser muy fresco, ligero y suave. Adicionalmente, este tipo de vino es la mejor opción para aquellos que quieren iniciarse en el mundo de los vermús.

Este tipo de vermut destaca por sus tonos frutales y florales. Se elabora principalmente con vino rosado o una mezcla de vino blanco y tinto.

Muchos consideran al vermut rosado como uno de los más suaves y refrescantes que existen en la actualidad y de allí que suela ser muy apreciado por algunos (especialmente por los jóvenes), pero no tan querido por otras personas que desean un vermú más fuerte y clásico.

Pero, lo que si está claro, es que las notas organolépticas de esta bebida resultan muy atractivas para los paladares que no están acostumbrados a este tipo de licor.

Por otro lado, podemos decir que el vermut rosado fue creado recientemente y su popularidad ha ido en aumento años tras año. Aunque para muchos consumidores del vermú clásico, el rosado continúa siendo algo desconocido y aun no tan valorado.

Vermut seco 

Cuando nos referimos al vermut seco, este licor de origen francés se utiliza no solo como bebida o cóctel, sino también como ingrediente para platos de cocina. En este caso, el vermut seco es un vermut muy amargo, aunque podemos encontrar preparaciones con diversas cantidades de azúcar.

Generalmente, para su preparación, se suele dar una mayor importancia a las notas frutales, y a través de ellas es que se consigue ese toque seco tan característico.

En los últimos años, el vermut seco se ha empleado sobre todo en coctelería como base para famosos cocteles, como el Dry Martini y también se puede emplear en la cocina para recetas de alto nivel.

Como ya comentamos, a diferencia del vermut blanco o inclusive el rojo, el vermut seco es considerado el más amargo de todos y especialmente elaborado para combinar con otras bebidas.

Beneficios de los tipos de vermut

Indistintamente de cuál vermut prefieras, cada uno de ellos cuenta con características especiales y además pueden ofrecerte ciertos beneficios.

En España, por ejemplo, en la típica hora del vermut, este vino macerado suele ser consumido antes de la comida y se acompaña de diversos aperitivos o tapas. Los vermuts tienen muchos adeptos en todo el mundo y por ello es cada vez más consumido en diversas regiones tanto de nuestro país, como en el resto del mundo.

Conoce a continuación algunos de los beneficios de ingerir un buen vermut:

Sirve para abrir el apetito.

Puede ser utilizado en la hora el apetitivo y en diversas reuniones sociales.

También es de gran ayuda después de la comida, ya que segrega la hormona gastrina que permite una buena digestión.

La infusión de botánicos utilizados en su preparación, tienen propiedades positivas para nuestro organismo.

Es una bebida que no aporta grasas.

Algunos estudios indican que sirve como afrodisíaco sexual.

Y finalmente como todas la bebidas alcohólicas lo más importante es beberlas con moderación y disfrutarlas como tragos largos, especialmente el vermut por su complejidad en el que hay que degustar su aroma, su sabor y las notas de todas las especies y hierbas que lo componen en el paladar.

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